fibromialgicos

Visión de la Fibromialgia, desde el humor y la ciencia, comprensible para todos

25.2.06

COMO DIAGNOSTICAR LA FIBROMIALGIA

¿Cómo podemos diagnosticar la Fibromialgia?
Pruebas complementarias
Con lo fatal que estoy, no sólo la exploración del médico es normal, sino que todas las pruebas que me hago son normales. Por supuesto que en los estudios que se practiquen pueden aparecer alteraciones producidas por otras enfermedades. Es extremadamente frecuente que en personas con más de 40-45 años aparezcan en las radiografías datos de artrosis y se podrían achacar los síntomas a la artrosis cuando en realidad son producidos por la Fibromialgia.
¿Cómo la podemos diagnosticar?
¡Qué puñetera es esta enfermedad para los pacientes..... y para los médicos¡. Para los pacientes es obvio: se sufre mucho. Pero, a otro nivel por supuesto, los médicos también lo pasamos mal con este tipo de pacientes. Nuestra formación es científica, que quiere decir que no vale la fe, sino que todo se tiene que demostrar mediante pruebas objetivas y, hete aquí, que nos vienen personas con dolores por todo el cuerpo, cansancio, etc y todas las pruebas que pedimos son normales. Una tendencia humana y científica es: lo que no veo no lo creo. De aquí salen expresiones como: “usted no tiene nada”, “usted sólo quiere llamar la atención”, “con el buen aspecto que tiene no le puede pasar nada malo”, “todo son de los nervios”.
Pocas enfermedades hay en Medicina que tengan un cuadro clínico tan característico y constante como la Fibromialgia. Prácticamente todos los pacientes tienen los mismos síntomas y la misma personalidad sean esquimales, suecos, africanos o españoles. Así que no se han podido poner de acuerdo millones de personas de todo el mundo para inventarse los mismos síntomas para jorobarnos a los médicos. Por consiguiente estamos ante un transtorno que aún no somos capaces, con los medios técnicos que disponemos, de objetivar. Así que de alguna forma tenemos que ponernos de acuerdo para decidir que paciente tiene una Fibromialgia y que paciente no la tiene. Esto se consigue mediante lo que se denomina criterios diagnósticos: toda persona que tenga unas ciertas características tienen Fibromialgia y los que no la tengan no. Se reunieron para ello reumatólogos de gran prestigio y tras realizar un estudio concienzudo, se publicaron los criterios del ACR (Colegio Americano de Reumatólogos) para el diagnóstico de Fibromialgia. Aunque hay muchos más criterios, la mayoría de los reumatólogos empleamos estos.
Tras este trabajo se definió la fibromialgia por la presencia de dos síntomas:
1. Historia de dolor generalizado. Se consideró el dolor como generalizado cuando se presentaba en el lado izquierdo y derecho del cuerpo, por encima y por debajo de la cintura. Además, debía existir dolor en el esqueleto axial (columna vertebral, pared torácica anterior, columna dorsal o lumbar). En esta definición, el dolor de hombro o nalga se consideró como dolor para cada lado implicado. Este síntoma debía estar presente durante al menos 3 meses.
2. Dolor a la presión en al menos 11 de los 18 puntos elegidos (nueve pares). La presión digital debía realizarse con una fuerza aproximada de 4 kg. Para que un punto se considere «positivo» el sujeto explorado tenía que afirmar que la palpación era dolorosa. No se considera dolorosa la palpación sensible. Los pares de puntos usados son los siguientes:
· Occipucio: en las inserciones suboccipitales de los músculos.
· Cervical bajo: en la cara anterior de los espacios intertransversos a la altura de C5-C7.
· Trapecio: en el punto medio del borde superior.
· Supraespinoso: en sus orígenes, por encima de la espina de la escápula, cerca del borde medial.
· Segunda costilla: en la unión osteocondral.
· Epicóndilo: a 2 cm distales del epicóndilo.
· Glúteo: en el cuadrante superoexterno de la nalga.
· Trocánter mayor: en la parte posterior de la prominencia trocantérea.
· Rodillas: en la almohadilla grasa medial próxima a la línea articular.

De momento, esto es lo que tenemos. Quizás no sea del todo científico, ni sean unos criterios perfectos, pero ya podemos discernir de una forma algo más objetiva si alguien puede o no tener una Fibromialgia.